Una de las primeras cosas que se pregunta una persona cuando entra en el mundo del comercio electrónico, es qué diferencia hay entre un ecommerce y un marketplace.
La respuesta, por suerte, es muy sencilla: mientras que un ecommerce o tienda online se dedica directamente a la venta de productos, un marketplace ofrece una plataforma para múltiples vendedores.
Esta simple diferencia, por supuesto, se desgrana en muchas otras que es preciso conocer. Por eso, veamos a continuación cuáles son las siete más importantes.
Esta es la primera diferencia de orden técnico entre un ecommerce y un marketplace.
La web del primero tiene su propio dominio con un nombre personalizado y a libre elección del vendedor, que por lo general es el nombre de su marca.
El segundo, en cambio, tiene obligatoriamente que contar con un dominio general no asociado con ninguna marca en particular, ya que se muestran productos de varias compañías.
Debido a la mayor oferta de productos y vendedores, y la gran inversión que se realiza en su posicionamiento de parte de muchos interesados, el posicionamiento de un marketplace es superior al de un ecommerce.
En este sentido, la diferencia de visibilidad entre ambos es la que habría entre un supermercado y una tienda “normal”.
Aunque esto no es una regla, por lo general los ecommerces siguen un modelo de comercio electrónico B2C, es decir venden productos directamente al consumidor.
En cambio, el modelo de un marketplace debe ser necesariamente una combinación de B2C con B2B. Y es que no solo se vende al consumidor, sino que se establece una relación comercial con los vendedores involucrados.
En un ecommerce, el vendedor se lleva todas las ganancias, ya que es el único y además no le hacen falta intermediarios. Por el contrario, en un marketplace el dueño gana un porcentaje de comisión por venta, y el resto se lo reembolsa el vendedor cuyo producto ha sido comprado.
En un ecommerce, todos los productos son del mismo vendedor, y los competidores se encuentran en otros dominios fuera de la tienda online. Pero en un marketplace los vendedores están todos juntos en el mismo territorio, por lo que la competencia es mayor de facto.
Sin embargo, esto al dueño del marketplace no le afecta, sino que le beneficia al poder ofrecer una mayor variedad de productos en venta. Lo que ganan los vendedores, por supuesto, es la posibilidad de conseguir visibilidad en un sitio que genera mucho tráfico cualificado.
Esto nos lleva al tema de la…
La gran ventaja de los marketplaces es, además de la visibilidad instantánea, la poca inversión inicial que tiene que hacer el vendedor. Esto no ocurre con un ecommerce, donde tienes que invertir en su creación desde cero y en campañas de marketing online para empezar a ver los primeros resultados.
Desde el momento en que el vendedor coloca sus productos en un marketplace ya consolidado, adquiere credibilidad, mientras que esta debe ser construida poco a poco si se trata de un ecommerce. Esto puede llevar mucho tiempo y esfuerzo.
Hasta aquí, las siete principales diferencias entre un ecommerce y un marketplace. Espero que te haya sido de utilidad este post, y no dejes de compartirlo en tus cuentas de redes sociales o dejarme un comentario para saber tu opinión.
Esta entrada ha sido publicada el 07/01/2021 11:30
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