Al igual que ocurre con las publicaciones en redes sociales, los posts de blogs tienen la capacidad de llegar a millones de personas. Pero la mayoría de quienes comienzan un blog, terminan desistiendo porque la gente no parece interesada en sus contenidos y no los comparten. En otras palabras, no consiguen enganchar a sus lectores.
Por eso, hoy quiero explicarte 3 formas de hacer que tu contenido enganche. No son recetas mágicas, ya que el blogging, al igual que la literatura, es una de esas “artes oscuras” cuyas claves no han sido descifradas (y posiblemente nunca lo sean). Pero sí te servirán de guía para encauzar tus esfuerzos en una dirección favorable.
Escribir contenido para blog: una apuesta incierta…
Lo primero es entender que no hay fórmula para hacer un post que enganche. Aquí intervienen muchos factores como el nicho en cuestión, las tendencias, los eventos sociales y políticos e incluso el “estado de ánimo” colectivo del momento.
Ello por no mencionar el mensaje que transmite y la forma de transmitirlo, la calidad de la información que brindas, tus habilidades de escritor, etc. Así que el arte de enganchar con artículos de blog es siempre una gran apuesta en la que prima, además del dominio del oficio, la intuición, la creatividad y el sentido de la oportunidad.
Así todo, los expertos han descubierto ciertos patrones que comparten los posts que mejor funcionan y consiguen atraer a una gran cantidad de personas. Acudir a estos patrones no te garantiza el éxito, pero al menos puedes desafiar a la providencia y aumentar las posibilidades a tu favor.
3 formas de hacer que tu contenido enganche
Contenido largo vs. corto
El usuario de Internet no solo es impaciente, sino que sufre de un gran déficit de atención, sobre todo cuando navega por las redes sociales. Esto es más cierto aún emplea el móvil para navegar, como ocurre en la mayoría de los casos.
Sin embargo, se ha comprobado que los contenidos largos funcionan mucho mejor que los que son cortos. Primero, porque ofrecen más información de valor (si están bien escritos). Y segundo, porque consiguen conectar mejor con el lector (es como hacer amistades: mientras más tiempo pases con una persona, más probable es que se hagan amigos).
Además, escribir un contenido largo que profundice en un tema es un plus de diferenciación, ya que la mayoría de los contenidos son cortos. Es como sucede con todo lo demás: diferenciarse es el primer paso del éxito.
Apela a las emociones
Uno de los trucos clásicos (pero infalibles) de la seducción, es apelar a las emociones de la otra persona. Y con la creación de contenidos ocurre lo mismo: si lograr conectar emocionalmente con tus lectores, tienes la victoria en tus manos.
Si un artículo de blog es frío e impersonal, no conectará con nadie. Tienes que dirigirte al lector como si fuera tu mejor amigo, hablarle de tú a tú y explotar sus más profundas necesidades a tu favor, ya sean materiales, emocionales o espirituales.
Es más, si puedes hacer que se vea reflejado en tus palabras, él o ella compartirá tu contenido en las redes sociales sin pensárselo dos veces, eso no falla. Porque a todo el mundo le gusta ser escuchado, y gracias a tu artículo el lector puede expresar lo que ya pensaba o sentía, pero con mejores palabras y de manera más profunda.
Conoce a tu público
Como es lógico, para conectar con tu lector, primero tienes que conocerlo. Y conocerlo bien, si pretendes que tus posts se viralicen.
Si escribes sobre lo que te apasiona, ¡no tienes este problema! En tal caso, tu público objetivo es una proyección de ti mismo. Porque lo que te interesa a ti es lo que le interesa al lector. Tus gustos son los suyos. Tus necesidades son (o fueron) las tuyas.
En cambio, si te ves obligado a escribir algo que no coincide con tus pasiones, pero que te puede dar dinero (por ejemplo, si trabajas para alguien más), entonces tienes que hacer un estudio del nicho y la competencia, examinar las tendencias actuales, crear un perfil de esa persona hipotética que representa tu público, etc.
De este modo, puedes hacerte una idea bien clara de cómo es tu lector promedio, qué tipo de información necesita y cómo es más efectivo hacérsela llegar.