Si has llegado hasta aquí seguramente tendrás una web de tu negocio con una tienda online y no estás vendiendo tanto como te gustaría tus productos. ¿Será el precio por lo que no vendes tus productos? Puede ser, pero muchas veces ese no es el problema.
En ocasiones nuestra estrategia no es la correcta y nada tiene que ver con la forma que mostramos el producto o el producto en sí. Por esa razón, es importante que estés muy al tanto de la retroalimentación de tu comunidad, la forma en que las personas interactúan con tu página y demás elementos de los que te hablaremos a continuación.
¿Está tu producto donde su público objetivo?
Pues, aunque no lo parezca, no todos los clientes son iguales, por lo que no visitan los mismos canales, y si tu producto no está donde ellos buscan o frecuentan, comprarán a tu competencia.
Amazon, eBay… puedes creer que “manchan tu imagen”, pero si tu público objetivo está ahí, tú también debes de estarlo. Estudia los canales, configura una estrategia adecuada y ponla en marcha.
Tu catálogo digital
Uno de los principales errores es no saber adaptarse a las exigencias del canal. Creemos que con la misma foto del producto puede valer, con la foto de un catálogo físico, pero no más lejos. Debemos adaptarnos.
Una imagen que no vende suele ser el principal problema de que tus clientes elijan a la competencia. Haz una buena foto del producto, fuera de su embalaje, dentro de él, de cerca, con detalle, ¡enseña varias para que vean lo que compran como si lo tuvieran entre sus manos!
Posiciona tu producto
El SEO y SEM no es lo único, si tu producto se encuentra en un apartado donde no encaja, ¿cómo se va a vender? ¿tú buscas la Coca Cola en el pasillo de los productos de higiene? Pues internet funciona exactamente igual. Y, por supuesto, ¡no olvides publicitarte, la imagen lo es todo!
Reputación online
Internet es un arma de doble filo, todo lo que hagas puede dar la vuelta al mundo en cuestión de segundos, por lo que tienes que tener cuidado qué dicen tus clientes de ti.
Además, hay otro gran problema en Internet, y es que se confunde el producto con el servicio. Muchas veces las críticas son hacia los distribuidores por el mal servicio que dan, y es la marca la que acaba siendo dañada. ¡Vigila tu reputación!
Y, por último, ¡el precio! Estudia bien la estrategia que usas, compárate con tus competidores y prueba diferentes precios.
En resumen, el marketing lo es todo para vender. Hoy en día, si no estás en Internet, estás fuera del mercado, y si no controlas cómo estás en Internet, es aún peor. Y, como decíamos antes, vigila a quién le dejas vender tus productos, ¡no dejes que una mala gestión de tu distribuidor afecte a la imagen de tu producto y de tu marca!